Culiacán, Sinaloa.– En vísperas de la consulta interna que realizará la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) este viernes 10 de octubre, el gobernador Rubén Rocha Moya reiteró su respeto absoluto a la autonomía universitaria y a las decisiones que tome la comunidad académica en torno a la propuesta de reingeniería integral que se someterá a votación.
“Pues que como siempre la UAS se manifieste libremente y resuelvan lo que corresponda a ellos, sus intereses. Los intereses de la institución, los intereses de los trabajadores. Y respetamos nosotros lo que resuelva”, expresó el mandatario estatal al ser cuestionado sobre el tema.
Rocha Moya subrayó que el Gobierno del Estado no intervendrá en los asuntos internos de la casa de estudios, destacando que la autonomía universitaria es un principio que debe prevalecer en la toma de decisiones de la institución.
Sin embargo, la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, María Teresa Guerra Ochoa, lamentó que la UAS haya decidido avanzar con la consulta sin antes instalar una mesa de diálogo con el sector de jubilados.
“Lamento que se vaya a un referéndum sin haber establecido antes una mesa de diálogo. Somos partidarios de no tensar las cosas y de que hubiera existido la oportunidad de que los jubilados y la administración central se sentaran para evitar un ambiente de confrontación”, señaló la legisladora, quien también forma parte del gremio de ex trabajadores universitarios.
Guerra Ochoa reconoció la necesidad de una revisión financiera y administrativa dentro de la UAS, pero advirtió que las decisiones no deben tomarse al margen de quienes tienen derechos adquiridos. Además, expresó su preocupación por la falta de claridad respecto a la creación de un nuevo fideicomiso para garantizar prestaciones futuras.
“Son muchos los temas que deben construirse, y creo que las prisas a veces no ayudan al entendimiento ni al diálogo”, agregó.
Finalmente, hizo un llamado a que se privilegie la responsabilidad compartida y el diálogo abierto para enfrentar los retos financieros de la universidad, sin que estos recaigan en perjuicio de los jubilados.