Los Mochis, Sin.- Desde el lunes, 31 de enero, empezaron a llegar los pedidos de tamales para doña Celina López y su esposo, Juan Francisco Alvarado. Originarios de Ocoroni, tienen muchos años viviendo en Los Mochis, donde criaron a cuatro hijas y a una multitud de nietos. Cuando Juan Francisco se jubiló, a Celina se le ocurrió hacer tamales para vender entre sus vecinos.
Cuando produjeron grandes cantidades, se dieron cuenta de que necesitaban establecer puntos de ventas, por lo que regularmente los comercian fuera de una maquiladora (sobre el bulevar Macario Gaxiola), y afuera del Centro de Idiomas (en Morelos y Belisario Domínguez).
Así, Tamales Weritas tiene a la venta tamales de carne, de picadillo, de elote, de queso crema, tontitos, veganos; e incluso, sobre pedido hacen de garbanzo, de frijol y de acelga.
Para Celina, el Día de la Candelaria, es una tradición muy bonita. Ella, junto con su familia, son muy fieles de la tradición católica, por lo que invitan a las nuevas generaciones a seguir abrazando estas costumbres y a degustar de un tamal.
Un día de venta normal, relató Celina, se producen entre 400 o 500 tamales, para el 2 de febrero se elaboran hasta 1 mil 500 piezas. En comparación con años anteriores, sin el contexto de la pandemia por coronavirus, Celina narró que desde tres días antes preparaban los ingredientes. No obstante, en 2021, con el auge del COVID, la venta fue prácticamente nula, cayó al 50 por ciento. En esta ocasión, esperan que todo mejore.
“Está un poquito la venta detenida por la pandemia, pero ahí va la venta. Trabajábamos, nos anticipábamos nosotros, trabajábamos tres días antes, del 1 de febrero, para el 2 de febrero, nos agarraba el día trabajando, nos amanecíamos haciendo tamales porque era mucho el pedido. No se queja uno, pero con esta pandemia, sí nos ha golpeado mucho, subieron mucho las cosas”, explicó.
Celina comentó que su mamá, Otilia Lugo, le infundió el gusto por la cocina. Desde pequeña la ponía a pelar papas, amasar, y echar una mano con estas labores.
“Mis raíces son de Ocoroni, Sinaloa, mi esposo y yo somos de allá”, comentó.
Finalmente, reconoció que hacer tamales es complicado, por lo que conminó a los jóvenes a animarse a elaborarlos. A los que gustan de comerlos, pero no hacerlos, los invitó para degustarlos en Tamales Weritas, en sus dos puntos de venta.
“A las 17:00 horas estamos en el Centro de Idiomas, que está por la Morelos y Belisario. Aquí, en la maquiladora, estamos por Macario Gaxiola. Los invito a que prueben los tamales Weritas, están ricos, muy limpiecitos, muy reportados, los de elote natural, los de elote con queso tipo Philadelphia y rajas, de picadillo, de elote con chicharrón, los de carne, de piña y dulce. Los invito a que disfruten los ricos Tamales Weritas y a seguir disfrutando de estos días”, finalizó.
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