Los Mochis, Sin.- La llegada de proyectos económicos importantes en las ciudades, como lo podría ser la planta de fertilizantes de Gas y Petroquímica de Occidente (GPO), regularmente viene acompañada de un mayor número de habitantes, problemas de movilidad y de planeación urbana.
Por ello, los actores de la sociedad civil, gobierno y empresarios deben involucrarse en las problemáticas de esta índole, previniendo casos como los que se observan en la región del Bajío, donde los niveles de industrialización afectan directamente a los habitantes de dichas urbes, precisó Héctor Zamarrón.
Así, mencionó que en esa zona se presentan problemas de desigualdad, contaminación e inseguridad, todo esto a pesar de la presencia de armadoras, factorías y producción económica.
“La llegada de un auge económico a una ciudad puede detonar un crecimiento que no necesariamente redunde en beneficio de todos, porque a veces ha pasado que el deterioro urbano que hay, por ejemplo, en el Bajío. Es una de las zonas de más crecimiento en el país, su crecimiento económico es del doble de otras ciudades, están las mejores plantas productoras de vehículos ahí, armadoras, eso no ha impactado en los índices de desigualdad, la contaminación en esas ciudades es terrible, la inseguridad, así que no precisamente el crecimiento va vinculado a desarrollo, creo que eso es importante que lo tengan claro aquí en Los Mochis”, señaló.
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