Elon Musk, acostumbrado a convertir cada publicación en una escena global, volvió a hacerlo. Esta vez no fue con un cohete, un auto eléctrico ni una inteligencia artificial: fue con un análisis de orina. En un post reciente, el magnate publicó lo que parece ser un informe clínico oficial en el que se le realiza un test de drogas —y da negativo en todas.
Pero la publicación no llega en el vacío. Días antes, Donald Trump lo había calificado en privado como un “adicto a las drogas a gran escala”, según revelaron medios como The Washington Post y The Sun. El expresidente, visiblemente molesto por el distanciamiento político entre ambos, llegó a preguntarse si Musk había llevado drogas al Despacho Oval durante sus visitas, insinuando un supuesto consumo habitual de ketamina, éxtasis e incluso hongos alucinógenos.
El resultado del test, fechado el 16 de junio de 2025 y emitido por un laboratorio en Austin, Texas, muestra resultados negativos en más de veinte sustancias, incluyendo anfetaminas, opiáceos, cocaína y cannabinoides. Además, los indicadores de validez del examen son normales, lo que sugiere que no hubo manipulación evidente.
Reacciones divididas en redes sociales
La reacción en redes fue tan inmediata como dividida. Algunos vieron en la publicación un acto de transparencia y desafío. Otros, una burla más de su estilo provocador. “Ease off the special K”, ironizó un usuario. “Estoy supuesto a creer que el hombre más inteligente del mundo no puede falsificar un test de drogas”, escribió otro. Las respuestas oscilaron entre el escepticismo, la defensa ciega y el sarcasmo más directo.
Pero más allá del documento, lo que resuena es el mensaje implícito: Musk no está dispuesto a dejar pasar las insinuaciones de Trump sin responder. Y lo hace como sabe: con datos, espectáculo y un control absoluto del foco mediático. ¿Es esto el inicio de una guerra abierta entre ambos? ¿O solo otro episodio en el reality show permanente en el que ambos, a su manera, participan?
Lo cierto es que en esta nueva escaramuza de egos y poder, Musk ha decidido poner su orina sobre la mesa.
Contexto político y tensiones recientes
N. de la R.: La tensión entre Elon Musk y Donald Trump se ha intensificado en los últimos meses, especialmente a raíz de diferencias políticas y empresariales. Musk, quien fue en su momento cercano al expresidente, ha tomado posturas más críticas hacia Trump y su influencia dentro del Partido Republicano. Cabe destacar que, según reportes del Washington Post (14 de junio de 2025), Trump habría expresado dudas sobre la estabilidad mental de Musk debido a su presunto consumo de ketamina, sustancia que Musk ha admitido utilizar de forma esporádica por prescripción médica para tratar episodios de depresión —esto según una investigación previa de The Wall Street Journal publicada en 2023.
El test clínico compartido por Musk no solo desmiente estas insinuaciones, sino que llega en un momento clave, cuando se especula que podría estar financiando o respaldando candidaturas contrarias a Trump dentro del Partido Republicano. Según datos de la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por sus siglas en inglés), Musk ha incrementado sus aportaciones políticas en 2024-2025, especialmente hacia candidatos con una agenda tecnológica y libertaria.
Aspectos clínicos y debate sobre validez
A nivel clínico, los exámenes toxicológicos como el compartido por Musk detectan metabolitos de drogas en orina con una ventana de tiempo variable. Por ejemplo, la ketamina puede ser detectada entre 2 y 14 días tras su consumo, dependiendo del metabolismo y la cantidad usada. Aunque el documento publicado muestra resultados negativos, no se especifica si corresponde a un análisis de rutina o fue solicitado con fines públicos, lo que ha alimentado la especulación sobre su validez como prueba definitiva frente a acusaciones más amplias.
La controversia se produce en un entorno digital cada vez más polarizado. De acuerdo con la firma de análisis de redes sociales Graphika, durante las primeras 12 horas tras la publicación de Musk, más de 2.7 millones de interacciones (entre retuits, comentarios y likes) fueron registradas, especialmente desde cuentas con afinidad política marcada. Esto sugiere que, más allá del contenido médico, la discusión en redes refleja líneas de batalla ideológica entre sectores tecnológicos, conservadores y libertarios en Estados Unidos.
¿Crees que Elon Musk publicaría un Ftest falso solo para callar a Trump? Cuéntanos en los comentarios.
¿Debe un empresario responder públicamente con exámenes clínicos a acusaciones políticas? Participa del debate.
¿Qué opinas de la guerra mediática entre Musk y Trump? Comparte tu punto de vista en nuestras redes.
Fuente:Excelsior



