Culiacán, Sinaloa.– El dirigente campesino Agustín Espinoza Lagunas alzó la voz en nombre de miles de productores del sector social y exigió al Congreso de la Unión una legislación que dé certidumbre y justicia en la comercialización de granos básicos como el maíz, el trigo y el sorgo.
Desde la Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina (COUC), Espinoza cuestionó que año con año los agricultores tengan que salir a protestar para exigir precios justos, mientras los costos de producción siguen atados a un mercado especulativo ajeno a la realidad del campo mexicano.
“Los precios los determina la Bolsa de Chicago, no lo que nos cuesta producir. Así no se puede planear ni garantizar la soberanía alimentaria del país”, advirtió. Señaló que los más afectados siguen siendo los pequeños productores, quienes no cuentan con márgenes para absorber las pérdidas.
Espinoza propuso una salida concreta: crear una Ley para la Comercialización y el Desarrollo Sustentable de los Granos Básicos, similar a la “Ley Cañera”. Esta iniciativa permitiría establecer un mecanismo de precios vinculado al valor de los productos derivados del grano, no al juego especulativo del mercado, lo que garantizaría ingresos estables y dignos.
Reconoció el respaldo del gobernador Rubén Rocha Moya y del secretario estatal de Agricultura, Ismael Bello Esquivel, pero insistió en que el problema es estructural y requiere una respuesta legislativa de fondo.
“Es momento de que senadores y diputados federales dejen la comodidad y defiendan de verdad al campo. No se puede legislar de espaldas a la tierra que los eligió”, dijo tajante.
También abordó la crisis hídrica que atraviesa Sinaloa, y aunque celebró la inversión de 20 millones de pesos en el programa de estimulación de lluvias, consideró que se necesita una estrategia integral, más ambiciosa y con coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
Anunció que el COUC presentará formalmente ante el Congreso de la Unión una iniciativa acompañada de exposición de motivos para sustentar legalmente esta demanda.
“La industrialización de Sinaloa ya no puede esperar. Tenemos lo necesario: tierra, producción, mar, puertos, trenes y carreteras. Lo que falta es voluntad política para convertirnos en un verdadero polo agroindustrial”, concluyó.