Los Mochis, Sin.– El incidente con la ballena juvenil que habitó Topolobampo durante unas semanas alejó a los paseantes de las lanchas en el puerto.
No obstante, la biodiversidad en la bahía es tal, que los prestadores de de servicios turísticos garantizan que sí los consumidores no ven por lo menos un delfín, no pagan, así lo manifestó Armando Pinzón.
Precisó que son un total de 7 cooperativas y 36 lanchas las que ofrecen sus servicios en las aguas de la bahía de Topolobampo.
Igualmente, a demás de los atractivos conocidos, como “El Pechocho”, también hay playas vírgenes, como Las Hamacas, Las Copas, o el Santuario de las Aves, o incluso la misma actividad pesquera.
“Primero, pues el problema fue con la cuestión de la ballena, todo mundo quería ver, y fue bueno. Después, se llevó a cabo el incidente con la lancha, donde le cayó encima, y nadie quería ir, porque le tenían miedo, y queremos decirles que ya le despedimos, ya tiene 6 días que se fue”.
Así, relató que los delfines que constantemente están en la bahía son de la especie “nariz de botella”, que nacen, crecen y se reproducen en las aguas de Topolobampo, protegidos por la bahía, atraídos por los peces que abundan cerca del cerro San Carlos.
“Tienen mucho que comer y están en la cúspide de la cadena alimenticia, aquí no hay tiburones que se los puedan comer, aquí tenemos un santuario de delfines”, concluyó.
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