Los Mochis, Sin.- Recientemente, tuvimos la oportunidad de platicar con el candidato por el Distrito V de Ahome, Antonio Menéndez de Llano, quien va por Morena, a quien le pregunté qué opinaba sobre los cambios de intereses partidarios de algunos de sus compañeros, el cual, se mantuvo al margen de los comentarios.
El no querer opinar al respecto, no sé si esta postura se deba a sus valores como persona o a los tiempos electorales que se encuentra, y que estratégicamente no era necesario comentar, puesto que Morena se ve muy favorecida en la contienda electoral, esto de acuerdo a lo que puede percibirse a través de las redes sociales.
Pero sobre esto quisiera hablar hoy, de los famosos “chapulines políticos”, un término que en lo personal no me gusta, pero que es utilizado en México para referirnos a las personas que brincan de un partido a otro con el fin de obtener un puesto político o bien que no tienen identidad política, ni ideología.
Pues bien, ¿qué se puede esperar de alguien que casi cada elección cambia de partido político, de derecha, centro e izquierda y viceversa?
Considero que la ciudadanía debería estar atenta a estos comportamientos, porque da información sobre la persona y con base a la frase: no importa donde, sino lo que importa es llegar.
O, ¿el fin justifica los medios? Dejo la pregunta al aire para nuestros queridos lectores ¿tú podrías confiar en una persona así?