Las leyes básicas de la Ecología

El término Ecología es muy a menudo confundido con otros como el de medio ambiente, que es el conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos con los que interactúan los seres vivos, o el de ecologismo, el cual es un activismo enfocado a mejorar el medio ambiente en forma de programas de educación pública y legislación.

Sin embargo, la Ecología como tal es una ciencia. Se trata del estudio científico de las relaciones entre el medio ambiente y los organismos, entendiendo estas relaciones en el sentido más amplio. Es una disciplina tan ampliamente definida en su alcance que tiene variedad de subdisciplinas, desde la ecología fisiológica, que se ocupa del funcionamiento de los organismos individuales, hasta la perspectiva de medio ambiente terrestre como un sistema integrado que constituye la base de la ecología global.

Tomando esto último como punto de referencia, es muy evidente que también el ser humano entra en estas relaciones; y aún así, parecemos ser la única especie que no sabe cómo funcionan y sólo hemos ocasionado problemas ambientales en nuestras interacciones con el medio natural.

Por lo tanto, para ayudarnos a entender un poquito mejor estas relaciones, y las consecuencias directas e indirectas de la acción humana en el ambiente, en el año 1971, el ecólogo Barry Commoner sistematizó 4 leyes de la Ecología que lo explican sencillamente:

1. Todo está relacionado con todo lo demás. La Tierra, la biósfera completa, es una compleja y nutrida red de interrelaciones entre seres vivos individuales, comunidades y ecosistemas. Lo que suceda da uno, afecta, al modo del “efecto dominó”, al resto de los elementos de la biósfera.
2. Todas las cosas han de ir a parar a alguna parte. El ciclo de la materia y el ciclo de la energía que la biosfera desarrolla para autoproducirse, son ciclos diferenciados que debemos conocer para adaptarnos a sus características, ventajas y limitaciones. No hay “residuos” en la naturaleza y no hay un “afuera” donde las cosas puedan ser arrojadas.
3. La naturaleza es la más sabia. El funcionamiento de la naturaleza se ha optimizado a lo largo de millones de años y a través de una serie de procesos de mejoramiento. La evolución ha generado organismos y ecosistemas resistentes que pueden adaptarse unos a otros, en una interrelación que siempre replica la existencia y la vida.
4. Nada es gratis. Más allá de principios sociales, es ciencia. Viene de las leyes de la termodinámica, donde la primera dice que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma; toda la energía que se consume para producir la biósfera y satisfacer las necesidades humanas es energía perdida que necesita compensarse de alguna forma.

Es importante conocerlas y reflexionar sobre ellas pues, usualmente, solemos pensar que los problemas medioambientales vienen sólo por tirar la basura en la calle, cuando en realidad, vienen de nuestras acciones no sólo ecológicas, sino también sociales, económicas y políticas.

Replanteémonos nuestra realidad.

Puedes leer más sobre ello en: http://ecosofia.org/2006/08/las_leyes_basicas_de_la_ecologia.html y https://ambientesannicolas.blogspot.com/2016/12/las-cuatro-leyes-de-la-ecologia-de.html .