El entrenador personal Eduardo Alves fue acusado de agredir a un indigente en Jardim Roriz, en Planaltina, en el Distrito Federal. La noche del miércoles (3/9), el agresor de 31 años habría pillado a la mujer teniendo sexo con el hombre. Las cámaras de vigilancia del barrio registraron la violencia.
Metrópoles constató que su pareja y suegra salieron de la casa para ayudar al hombre de la calle. Entonces los dos se habrían separado, pero el educador físico estaba preocupado por su esposa, ya que no podía hablar con ella por teléfono. Entonces habría “orado y pedido una señal de Dios” para encontrarla.
Eduardo fue a la Escuela Primaria Parroquial. A medida que se acercaba, vio aparcado el coche del que había salido la mujer. Mientras se acercaba, atrapó a su esposa y al vagabundo teniendo sexo dentro del vehículo.
Supuestamente, el esposo subió al automóvil y comenzó a golpear al hombre. Ante la Policía Civil del DF (PCDF) el personal declaró que creía que se trataba de una violación. Sin embargo, la propia mujer le dijo a la policía que la relación sexual fue consentida.
La esposa del educador físico le dijo a la policía que estaba interesada en ayudar a las personas vulnerables a través de la iglesia. En el hospital, le dijo a una amiga que había recibido un “mensaje de Dios” para ayudar al hombre con el que la sorprendieron teniendo sexo.
Todos fueron trasladados a la Comisaría 16 (Planaltina), que investiga el caso. La persona sin hogar también fue llevada al hospital. Tenía moretones en la cara y tenía los dos ojos morados. A pesar de esto, lo está haciendo bien. El personal rindió declaración y fue puesto en libertad. Podría ser responsable de daños corporales.
Tras la publicación de este texto, el agresor se manifestó, a través de una nota enviada al informe, reafirmando que la mujer había sido víctima de violencia sexual. Según él, la mujer estaba en un brote psicótico y, por tanto, no habría habido una relación extramatrimonial consentida, sino una violación. El caso, sin embargo, no fue registrado de esta forma ante la Policía Civil del Distrito Federal (PCDF), que sigue investigando el hecho.
Con información del diario brasileño “Metrópoles”.
Comentarios sobre esto post