La comisión especial que investiga el caso publicó un informe en el que detalla la actitud y los planes de Salvador Ramos, el joven de 18 años que mató a 21 personas en la primaria Robb, en Texas
Días antes de cometer la matanza en la primaria Robb, en Uvalde, Texas, Salvador Ramos, el atacante, compartió en redes sociales que se estaba abasteciendo para cometer el tiroteo.
Acabo de gastar 1,652 en balas. Y 2,145 en un rifle”, expresó a un contacto cuyo nombre no fue revelado, informó el comité de investigación de la Cámara de Representantes de Texas sobre el caso.
Se me acelera el corazón. Me das vibras de tiroteo escolar”, le respondieron, según lo detalló el documento de 80 páginas publicado ayer.
El pasado 24 de mayo, Ramos ingresó a la escuela y mató a 21 personas en un salón, de las cuales 19 eran niños pequeños.
El joven no tenía antecedentes penales ni experiencia con armas de fuego, detalló el documento. Una exnovia describió al joven como solitario y deprimido.
Para los miembros del comité, el atacante tenía deseos de “notoriedad y fama”.
Para evitar darle más popularidad, explicó la comisión, el texto omite mencionarlo por su nombre, por lo que se refiere a él como “el atacante”.
El informe especial fue redactado a partir de semanas de entrevistas a puerta cerrada con más de 40 personas, incluidos testigos y policías que se encontraban en la escena del crimen.
FALLOS SISTÉMICOS
En la matanza hubo “deficiencias y fallos sistémicos” de las fuerzas de seguridad en su intervención para abatir al atacante, denunció el informe.
No hay nadie, al margen del tirador, a quien podamos atribuir malicia o malas intenciones, pero hemos encontrado en cambio fallos sistémicos y un proceso de toma de decisiones extremadamente malo”, según el texto.
En total, hubo 376 agentes de un total de 26 dependencias de seguridad, entre las cuales destacan la Patrulla Fronteriza y la DEA.
Los elementos llegaron a concentrarse en torno a la escuela o en su interior, sin intervenir.
Los agentes tardaron 77 minutos en abatir al atacante.
Steven McCraw, director de seguridad pública de Texas, ya había calificado de “fracaso absoluto” la respuesta de las autoridades a la masacre.
No asumió su responsabilidad de comandante y cometió errores de análisis porque no disponía de toda la información”, afirmaron los congresistas. Tampoco nadie propuso reemplazarlo o ayudarlo. “La actitud de todos los agentes fue apática”, añadieron. — Con información de AFP
Fuente: Excélsior




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