Una ola de violencia sacudió el suroeste colombiano tras la explosión de tres coches bomba y múltiples ataques armados en una zona donde operan disidencias de la extinta guerrilla de las FARC. Las autoridades confirmaron que al menos cuatro personas murieron y varias más resultaron heridas.
De acuerdo con reportes policiales, los atentados se produjeron de forma simultánea y formaron parte de una serie de 16 acciones violentas que incluyeron disparos, ataques con drones y agresiones directas contra estaciones de policía.
Los hechos generan preocupación por el recrudecimiento de la violencia en regiones donde aún persisten grupos armados ilegales. Las fuerzas de seguridad continúan con operativos en la zona para restablecer el orden y dar con los responsables de los atentados.
El Gobierno colombiano no ha descartado la posibilidad de reforzar la presencia militar en el área como medida de contención.





