En vida, Gabriel García Márquez siempre se opuso a cualquier adaptación de su obra Cien años de soledad. Creía que a magia de Macondo era casi imposible de llevar a la pantalla.
Pero hoy llega a Netflix la interpretación de este clásico literario en manos del director argentino Alex García López, quien aligeró la presión de tener las palabras de Gabo con la bendición de Rodrígo García Barcha, uno de los hijos del Nobel de literatura.
Si iba a trabajar en una película de Latinoamérica no quería contar una historia de narcotraficantes, inmigrantes ilegales o de dictaduras, porque ya se han contado y muy bien. Quería encontrar algo un poquito especial. Antes de la pandemia me llama Francisco Ramos (responsable de Netflix en Latinoamérica) y me dijo que acababa de comprar los derechos de Cien años de soledad. ‘¿Te gustaría hacerlo?’, me preguntó. Al momento dije ‘listo. Vamos’, pero después entré en pánico. Llegaron las dudas, el miedo y el sudor.
De pronto, Rodrigo García, el hijo de Gabo, se acercó y fue muy respetuoso conmigo, porque una vez que empezamos el proyecto nos dio la bendición, deseó toda la suerte del mundo y me dijo: ‘Lo único que te puedo decir es que no te pese tanto el libro de mi papá. Haz lo que sabes hacer, sigue a tu corazón’, y yo me sentí muy agradecido por sus palabras” compartió López en entrevista.
Cien años de soledad llegará a las pantallas de Netflix en formato de serie dividida en dos partes de ocho capítulos cada una.
Quienes no están familiarizados con la obra de GGM, la trama sigue la historia de José Arcadio Buendía e Úrsula Iguaran, quienes luego de casarse en contra de la voluntad de sus padres, deciden dejar atrás su pueblo para emprenden un largo viaje en busca de un nuevo hogar, un utópico pueblo que forjan a las orillas de un río de piedras prehistóricas al que bautizan Macondo.
Pero las decisiones del linaje de los Buendía marcarán el devenir de este pueblo mítico, atormentadas por la locura, los amores imposibles, una guerra sangrienta y absurda, y el miedo a una terrible maldición que les condena, sin esperanza alguna, a Cien años de soledad.
En Macondo, la cunas pueden elevarse, las casas tienen paredes de espejo, donde las piedras parecían huevos prehistóricos y sus escasos 300 habitantes vivían rodeados del sopor de una ciénaga.
Las descripciones del Gabo son mágicas y su interpretación a la acción real, un reto, incluso para un cineasta capaz de escenificar fantasías como The Acolyte, The Witcher y The Walking Dead. No es cosas fácil.
Ahora le corresponde desentrañar la maldición de la familia Buendía.
Para mí, era muy importante tratar de combinar dos cosas que son increíbles de la novela: los temas universales, porque es la historia de una pareja enamorada que se escapa de su pueblo natal en busca de su propia aventura y vida. Cualquier pareja joven en el mundo entiende y le tiene empatía a eso y cómo sabemos es una historia bíblica de la humanidad, de la pasión, del amor, de la tragedia, de la guerra, de la política, de la religión, y busqué reflejar estos temas a través de lo que ahora llamamos realismo mágico.
Cuando Gabo se dio cuenta que tenía que contar la historia de su infancia y de Colombia tal cual su abuela le contaba a él los cuentos, con toda la creencia de una forma muy cotidiana y con una cara de ladrillo, para mí se trató de adaptar momentos tan épicos como cuando aparece el fantasma de Prudencio, la aparición del hilo de sangre en la muerte de José Arcadio, la levitación de la canasta de Amaranta, apareción de Rebecca con la bolsita de huesos. Lo más importante siempre fue hacerlo enfrente de la cámara y no meternos en un mundo de fantasía de terror, sino de hacerlo”, explicó emocionado.
La adaptación es protagonizada por Claudio Cataño (Aureliano Buendía), Marco Antonio González (José Arcadio Buendía joven), Diego Vásquez (José Arcadio Buendía adulto), Susana Morales (Úrsula Iguarán joven), Marleyda Soto (Úrsula Iguarán adulto), Moreno Borja (Melquíades), Viña Machado (Pilar Ternera), Cristal Aparicio (Remedios Moscote) y Jerónimo Barón (Aureliano Buendía joven), entre otros.
¿En qué otra serie en los primeros ocho capítulos pasan 50 años?, ¿Qué otra serie durante la mitad de la primera temporada tiene que cambiar a todos los actores, porque hay saltos en el tiempo muy grandes? ¿En qué otra historia hay la introducción de tantos nuevos personajes constantemente?
Por pura densidad, complejidad y estilo ya era muy compleja, y aunque tuvimos 16 horas, igual tuvimos que editar y sacar mucho, entonces ya con eso era muy difícil, y después le sumas el tema del realismo mágico pues más. Era muy importante darle a la serie una visión caribeña y no un estilo europeo como The Crown y Downtown Abbey, que son lindas, pero son siempre muy elegantes, muy tranquilas, muy clásicas, pero eso no era el Caribe, quería capturar esa energía, humor, violencia, pasión y sexualidad, así que hasta el movimiento de la cámara fue fundamental, una herramienta que usé mucho para que también se sientiera una historia entretenida, porque terminas de ver un capítulo y te pasa como con el libro, necesitas respirar, abrir la ventana y digerir un poco lo que acabas de ver.
Es muy demandante, pero también, y no lo digo porque trabajé en ello, creo que no hay ninguna otra serie en streaming en este momento que sea tan especial y única cómo está”, destacó orgulloso.
Prendas de realismo mágico
Para recrear fidedignamente el realismo mágico creado por Garcia Márquez se necesitaba que todas las áreas pusieran todo de su parte para cuidar que cada detalle de este mundo estuviera a la altura de la imaginación de los miles de lectores que leyeron la obra.
Y entre las más importantes se encontraba vestuario, pues como bien se sabe los Buendía tuvieron un linaje importante y eso sumado a la cantidad de personajes que de pronto llegan a Macondo y se cruzan con estos protagonistas hacen que la trama cuente con múltiples orquestadores que no son relleno, sino parte importante de la historia, y con detalles muy específicos en cuanto a su personalidad y ver, lo que hizo que crear todas estas piezas resultara todo un reto para la diseñadora de vestuario Catherine Rodríguez.
Hay una documentación de viajeros de fotografías y hasta piezas reales del siglo XIX, entonces fue ir a buscar y ver cómo eran los materiales, la costura, como se hacían y luego fue desarrollar los diseños y comprar las telas.”, explicó Rodríguez en entrevista.
La vestuarista releyó la obra para desmenuzar el tipo de vestuario para cada personaje y detalles como que la ropa interior de cada uno lleva bordadas sus iniciales y que las prendas de Úrsula siempre están bordados porque ama la costura.
Respetamos códigos de antes, como que mucha gente usaba trajes completos, aunque si no tenías dinero suficiente para mandar a hacer la chaqueta podías si andar en chaleco y camisa, o cosas como que luego se hacían mezclas, sobre todo en Latinoamérica”, explicó.
Entre sus favoritos están el vestido de boda de Remedios y los chalecos de terciopelo de Melquiades.
ARZ