El mariscal de campo de los Cincinnati Bengals, Joe Burrow, jugó el Super Bowl LVI contra Los Ángeles Rams con un esguince en la rodilla que se fue agravando en las últimas semanas.
El originario de Ames, Iowa no estaba en óptimas condiciones físicas para el partido del pasado domingo pero se mantuvo en el juego, a pesar de salir cojeando del campo en la segunda mitad de la derrota por 23-20 ante los Rams.
El entrenador de los Bengals, Zac Taylor, dijo que Burrow no necesitará cirugía tras la lesión en la rodilla derecha y simplemente debe descansar después de que se agravó su esguince.
El mariscal de campo de segundo año empezó a sentir molestías después de la derrota ante Los Ángeles Chargers en la Semana 13. La lesión se agravó en la victoria de la Semana 17 sobre los Kansas City Chiefs.
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