Desafortunadamente para las más de 255 madres reclusas es una experiencia difícil de vivir, pues ellas y sus hijos viven en condiciones que impiden que los menores se desarrollen libre y eficazmente.
Vivir la maternidad en prisión es un proceso difícil, en el cual no solo se trata del tiempo de gestación de la madre, también de lo que viene después con la llegada del hijo quien tiene que vivir en un lugar donde las condiciones de seguridad, salud y sano esparcimiento no existen.
Las cárceles mexicanas no cuentan con un sistema óptimo de reinserción social, por lo cual en la mayoría de los casos se convierten en lugares donde se sigue practicando la violencia, agresiones y consumo de drogas. ¿Entonces qué pasa con los menores que tienen que vivir en centros penitenciarios? La Ley Nacional de Ejecución Penal estipula que las mujeres tienen derecho a ejercer su maternidad y lactancia, pero la deficiencia de las leyes no proporcionan espacios seguros donde los niños puedan desarrollarse de manera libre y segura.
Datos arrojados por la Encuesta Nacional de Población Privado de Libertad (ENPOL) señala que el 57.6 % de las madres declaró que las instituciones penitenciarias no ofrecen la alimentación adecuada para los primeros años de vida de sus hijos, debido a la mala gestión de los recursos.
Maternidad: ¿Cómo es la vida de los niños en la cárcel?
Los niños solo pueden vivir con sus madres hasta la edad de tres años, y en el caso de que el menor padezca alguna enfermedad se puede alargar el tiempo de estancia para que pueda ser cuidado por la mamá. En este tiempo el desarrollo de los niños no es igual al promedio, pues no tienen acceso a actividades de estimulación temprana, no conviven con otros niños, y su única realidad son las cuatro paredes de la celda donde viven.
A consecuencia de estar recluidos con sus madres, lleva a que se apliquen las mismas reglas para ellos, por lo cual tienen restringido el horario de salidas. Debido a esto la mayoría de ellos no saben cómo es la noche, o qué es la noche; incluso desconocen la existencia de muchos colores, porque solo conocen los que son permitidos en prisión, que regularmente suelen ser grises y oscuros.
¿Qué pasa con los hijos de las madres que están en prisión?
Debido al entorno en el que viven los niños no pueden pasar más años de lo permitido con sus madres, por lo cual si se cuenta con familia que pueda hacerse cargo del menor, una vez que llegue el tiempo de abandonar la cárcel, vivirá con sus tutor o tutores.
Una vez que se encuentra fuera de prisión, se debe de tratar de manera urgente su reinserción a la sociedad, de no ser así existe una gran probabilidad de que tenga problemas de adaptación que van desde tener dificultades de aprendizaje, socialización o repetir conductas de violencia.
¿Por qué los niños deben vivir con sus madres en prisión?
Se debe trabajar en reformar y aplicar leyes que garanticen que las infancias dentro de prisión puedan crecer y desarrollarse de manera segura a lado de su mamá, pues es de suma importancia que los niños crezcan junto a su madre durante los primeros años de vida ya que de manera directa influye en el desarrollo cognitivo, social y emocional.
Fuente: El Heraldo de México