México enfrenta un repunte de casos de tos ferina, una infección respiratoria aguda y altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Hasta la primera semana de abril, se han reportado 2 mil 549 casos probables, de los cuales 696 han sido confirmados, con una incidencia de 0.52 casos por cada 100 mil habitantes y 37 defunciones registradas en 14 estados del país. La letalidad general se sitúa en 5.3%.
El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) emitió un aviso epidemiológico ante este aumento, e identificó a las entidades con más casos confirmados:
- Chihuahua (77 casos)
- Ciudad de México (74)
- Aguascalientes (69)
- Nuevo León (62)
- Coahuila (46)
- Jalisco (39)
- Estado de México (33)
Tras una disminución sostenida de esta enfermedad entre 2016 y 2022, los casos comenzaron a incrementarse nuevamente: en 2023 se registraron 188 casos confirmados (incidencia de 0.14 por cada 100 mil), mientras que en 2024 el número preliminar alcanzó los 463 casos (incidencia de 0.34).
A nivel internacional, la Región de las Américas reportó su pico más alto en 2012 con 72 mil 328 casos. Desde entonces, los registros habían ido en descenso, hasta llegar a 3 mil 283 casos en 2022. Sin embargo, países como Brasil, Perú, Colombia, Estados Unidos y Canadá informaron un incremento en 2024 respecto a 2023.
🩺 Síntomas y evolución clínica
La tos ferina inicia con síntomas similares a un resfriado común, como congestión nasal, estornudos y tos leve. Sin embargo, puede evolucionar hacia un cuadro severo.
Síntomas de alarma incluyen:
- Tos fuerte e incontrolable
- Fiebre
- Dificultad para respirar
- Apnea en bebés
La enfermedad se desarrolla en tres fases:
- Fase catarral (1-2 semanas): rinorrea, estornudos, febrícula.
- Fase paroxística (4-6 semanas): tos violenta nocturna, cianosis.
- Fase de convalecencia (varias semanas o meses): tos que cede lentamente.
El periodo de incubación es de 7 a 10 días, y la enfermedad puede extenderse por hasta ocho semanas.
🛡️ Medidas de prevención y control
Conave hizo un llamado a reforzar las acciones de vigilancia epidemiológica, especialmente en niños menores de un año hospitalizados, quienes son los más vulnerables. Asimismo, recomendó a las instituciones médicas:
- Aislar a los pacientes con sospecha o confirmación de tos ferina.
- Utilizar equipo de protección personal (EPP) como mascarillas y guantes.
- Garantizar una ventilación adecuada en áreas de atención.
Finalmente, se instó a evaluar el impacto de las estrategias de vacunación y a reforzar la inmunización en la población infantil.