La justicia alemana cerró una investigación vinculada con el escándalo de motores diésel manipulados contra el presidente del consejo de vigilancia de Volkswagen, Hans Dieter Pötsch, pero le pidió que pague de 1.5 millones de euros (1.7 millones de dólares).
La investigación se centraba en una manipulación de los mercados financieros por parte de Pötsch, director de Porsche SE, accionista principal de Volkswagen.
El responsable estaba acusado de haber informado demasiado tarde a los inversores de la manipulación masiva de los vehículos, equipados con un programa que les hacía parecer menos contaminantes de lo que eran en realidad.
Este escándalo, conocido como “dieselgate”, hundió al sector automovilístico alemán en una crisis severa, que comenzó en septiembre de 2015, cuando Volkswagen reconoció que había manipulado 11 millones de automóviles.
En un comunicado, Porsche SE “confirma y elogia el fin de la investigación” de la fiscalía de Stuttgart y explica que pagará los gastos generados para cerrar definitivamente el caso.
No obstante, el consejo de vigilancia de la entidad insiste en que “los dirigentes de Porsche SE no faltaron a sus obligaciones de información de los mercados financieros” y considera las acusaciones “infundadas”.
Volkswagen ha cerrado una gran parte de la causa penal y civil del “dieselgate” gracias fundamentalmente a acuerdos financieros.
Pötsch y el actual responsable de Volkswagen, Herbert Diess, llegaron a un acuerdo con la fiscalía alemana de Brunswick en junio y pagaron 4.5 millones de euros (5.3 millones de dólares) cada uno para evitar un juicio.
Además, el grupo va a entregar centenares de millones de indemnizaciones a 250,000 clientes alemanes.
En total, el escándalo podría costarle a Volkswagen unos 35,000 millones de dólares.
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