México, pasa uno de los peores momentos de su historia, por ello es necesario una urgente reforma en las estructuras económica, moral y social. Una reforma que sirva de base para cambiar cimientos podridos por la vejes de sus instituciones. Es tiempo de acabar de manera definitiva con lo que está mal y retomar los buenos ejemplos, generando con ello conciencia colectiva. El tiempo desgasta las estructuras públicas; como toda obra humana el tejido institucional experimenta modificaciones, ajustes, deterioros. El sufragio y los partidos han sufrido cambios insuficientes que deben mejorar.
La petrificación institucional es nociva en la medida que ignora el dinamismo y le da la espalda a la realidad existente. La persistencia de la sociedad está produciendo inconformidades con sus gobiernos, ante satisfactores no resueltos. Partidos políticos llámese PRI, PAN, PAS, VERDE, PRD y PT, no han encontrado la forma de encausar y solucionar la problemática social. El reto está actualmente en la cancha de MORENA y si quiere mantener el poder tendrá que demostrar que si se puede.
Es tiempo de una revolución y secularización dirigida a partidos políticos, viejos y obsoletos; la chiquillada y partidos de reciente creación, deben entender los supremos valores de la democracia y los fines que tienen en la organización social. El sistema político que nos gobernó, considerado como un todo, constituyó un pasado que no encaja en la realidad vigente, por lo que también es necesario que cambie.
Llegó la hora de afrontar desafíos ante la necesidad de fortalecer los principios y las instituciones democráticas. El Instituto Federal Electoral (INE), debe dejar de ser trinchera y cuotas de poder de organizaciones políticas y de gobierno, para convertirse en un verdadero instrumento de la sociedad.
El PRI, tiene su origen en la Revolución Mexicana, a la muerte del general OBREGÓN, el General CALLES reunió a todos los jefes militares con mando de tropas y los convenció de la necesidad de organizarse en un partido que le diese oportunidad a todos los triunfadores de ejercer el poder pacíficamente, en vez de resolver los conflictos a balazos y jugándose la vida, el Partido Nacional los federó, poco a poco, los integró, y México pasó de las asonadas militares a la etapa de la democracia dirigida y manipulada. Lo que fue, sin duda, un gran avance, pero también un retroceso democrático.
En la época del General CÁRDENAS, el PNR se convirtió en Partido de la Revolución Mexicana y de la organización de partidos locales se saltó a la organización por sectores, en donde se encuadró a los grupos populares que apoyaron los avances en materia agraria, obrera, popular y a fin de cuentas nacional que caracterizaron a la digna política cardenista. Con MIGUEL ALEMÁN, el PRM se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional y, desde entonces, el PRI no se ha adaptado a los cambios y transformaciones del país.
El PRI fue secuestrado por el populismo de LUIS ECHEVERRÍA, por la frivolidad de JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, por la política neoliberal de MIGUEL DE LA MADRID y CARLOS SALINAS DE GORTARI, pero también al tricolor lo invadió la corrupción bajo el gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO. Aquel cascarón de PLUTARCO ELIAS CALLES, ya no tiene el mismo contenido, y tenemos que incluir un nuevo elemento, el repudio popular.
Recuperar su historia es, en verdad recuperar el destino. En ese sentido debería caminar el PRI, pero los años, la política social de antaño y los sectores que lo hicieron brillar y ganar elecciones, ya no están. El PRI de hoy, tiene muchos peros en contra, y quienes son gobernadores, legisladores y alcaldes emanados del tricolor, quieren seguir gobernando como en el pasado, con cuentas públicas sin transparentar, tapando agujeros y lo que es peor, tratando de dejar sucesor, manteniendo un poder que se les va de las manos y que dejó de ser de ellos.
El proceso electoral del 2021, será un recordatorio a errores cometidos de gobiernos tricolores, el caso de EMILIO LOZOYA, JAVIER Y CESAR DUARTE, PEÑA NIETO, SALINAS y tantos otros, retumbarán en oídos de los electores, como sinónimo de corrupción, derroches económicos e impunidad.
El Presidente del CEN del PRI ALEJANDRO MORENO, se despachó con la cuchara grande, al ser el único autorizado para palomear candidaturas a puestos de elección popular y entre ellos la candidatura al gobierno de Sinaloa, así como designar dirigentes partidistas en el país. Con ello, la democracia interna del tricolor está de luto, se queda sin oxígeno y desmotiva su militancia. El PRI, como muchos quisieran, no está sepultado, pero todo indica que duerme en los brazos de MORENA.
Bien por la visita a Sinaloa del Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien tuvo en Culiacán una reunión con el gabinete de seguridad, la conferencia mañanera y la supervisión de los avances del dragado y recubrimiento del dren Bacurimi. Al presidente le sirven las giras por el país, para medir el termómetro político y valorar aspirantes a puestos de elección popular, como es el caso de Sinaloa que renovará gubernatura, congreso local y alcaldías.
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