En Hablando Claro, mini cuentos para reflexionar

En estos días de contingencia, le comento mi estimado lector, que gracias a mi entrañable amigo Guadalupe Montaño Villalobos, maestro, escritor, periodista, licenciado y líder sindical, vecino del estado de Sonora, me he acopiado de bastante material de lectura que quiero compartir con ustedes algo de esta rica y variada cantidad de mini cuentos de varios autores…Temor de la cólera…En una de sus guerras, Alí derribó a un hombre y se arrodilló sobre su pecho. El hombre le escupió en la cara. Alí, se incorporó y lo dejó. Cuando le preguntaron por qué había hecho eso, respondió: Me escupió en la cara y temí matarlo estando yo enojado. Solo quiero matar a mis enemigos estando puro ante Dios. FIN. Autor Ah´Med el Qalyubi…Mitología de un hecho constante -de Tomás Borrás-…A la madre le había confiado los Dioses el secreto: “Mientras alimentes la llama de esa hoguera, tu hijo vivirá.” Y la madre, infatigable, sostenía el fuego, vigilándolo, sin permitir que disminuyese en intensidad ni altura. Así pasaron los años. La madre, arrodillada ante el lar, veía como las ascuas alargaban sus alegres brazos escarlata, garantía de la vitalidad de su hijo. Sin dormirse, hora tras hora, agregaba al montón caliente nuevos troncos, en vela de su hermosa calentura…Un día, por la puerta abierta que daba a los campos, entró una joven blanca, sonriente y hermosa, de paso seguro y ojos que miraban con gozo y con fe al porvenir. Sin hablarle, ayudó a levantarse a la madre, sorprendida, le hizo un ademán de adiós, y se arrodillo ante el lar, a nutrir ella, la crepitante llamarada…La madre no preguntó. Súbitamente comprendía que era su relevo, que estaba obligada a ceder el turno a la desconocida, a la que se encargaba desde entonces de sostener el alimento de la incesante llama para que viviera su hijo. Y, también en silencio, se salió de la casa y no se fue lejos; solo donde podía prudentemente contemplar el humo delicado disolviéndose en el delicado azul. FIN…La frase: “Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cabar hasta el fondo de mí para encontrarte;” mini cuento escrito por Juan José Arreola. Soy Mario Castro; miembro activo del SNRP.