En México, el impacto económico total sobre la actividad productiva de los embarazos adolescentes y la maternidad temprana se cuantificó en casi 63 mil millones de pesos.
Además, el país dejó de recibir, 62 mil 98 millones de pesos, por la pérdida de ingresos, empleo y actividad laboral de las madres adolescentes, cifra equivalente al 0.27% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo al Informe “Consecuencias Económicas del Embarazo Adolescente en México” que presentó el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).
En conferencia de prensa, Arie Hoekman, representante del UNFPA en México, informó que en nuestro país, por cada 100 niñas que cumplen 15 años, más de treinta han tenido un hijo o varios hijos antes de llegar a los 20 años de edad.
Por lo anterior, la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente correspondiente al trienio 2015 a 2017 alcanzó un valor de 70.6 de hijos por cada mil mujeres adolescentes en nuestro país.
“De continuar con esta tendencia, no se alcanzarán las metas de la Estrategia Nacional para la atención de embarazos adolescentes, cuyo objetivo es la reducción a la mitad de esta tasa de fecundidad”, alertó.
GASTO EN SALUD POR ATENCIÓN A EMBARAZOS ADOLESCENTES
Arie Hoekman, añadió que en México, el gasto anual de los servicios públicos de salud para la atención de embarazos y partos de adolescentes, asciende a 6 mil millones de pesos.
“Se estima que en 2018, se atendieron 301,634 nacimientos adolescentes entre 10 y 19 años en los establecimientos del sistema nacional de salud. Con un costo promedio de 20 mil pesos por cada parto atendido en adolescentes
“Otra partida importante de recursos es el gasto de bolsillo que realizan las familias, quienes destinan casi 2 mil millones de pesos mexicanos para atender embarazos y partos de adolescentes en la medicina privada.
“En el año 2018 se atendieron 52,497 nacimientos en mujeres entre 10 y 19 años en unidades médicas privadas”, explicó.
PÉRDIDAS ECONÓMICAS POR BAJOS INGRESOS
El representante de la UNFPA en México, explicó que la pérdida anual estimada de ingresos por desempleo o costo de oportunidad del empleo debido a los embarazos adolescentes equivale a 3 mil millones de pesos mexicanos.
Lo anterior se debe a que la maternidad temprana impacta sobre los ingresos laborales. Los ingresos anuales de las mujeres que han tenido hijos siendo adolescentes resultan 31.6 por ciento, menores a los de quienes fueron madres en edad adulta, lo cual también se refleja en el acceso a la seguridad social.
“Las mujeres que han sido madres adolescentes tienen trabajos más precarios y el 67.4 por ciento nunca ha cotizado a las instituciones de seguridad social”, comentó.
Además, quienes han sido madres en la adolescencia detentan mayores niveles de desempleo con un 0 .83 por ciento, frente a la tasa de desempleo de 0.75 por ciento en las mujeres que fueron madres en edad adulta.
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