El avance democrático en México logrado a través de esfuerzo, luchas, sangre y gritos de libertad, nos obliga a generar un ejercicio colectivo de autocrítica constructiva en el gobierno y en todos los sectores, que ayude a generar una nueva cultura política de tolerancia, participación, moderación e imperativo democrático que nos permita dejar atrás el subdesarrollo político que tanto daño ha hecho en nuestro país.
Todos tenemos la obligación de aportar algo para desterrar la ineficiencia que daña a los demás. En algunos sectores de la sociedad mexicana, existe desánimo ante los problemas no resueltos y tantos dimes y diretes que solo generan un mar de confusiones. El desánimo genera apatía, resentimiento y frustración. Y la falta de tolerancia y abusos de poder generan incertidumbre, desconfianza y malestar.
A la clase gobernante de hoy, llámense Presidente de la República, Gobernadores, Alcaldes, Legisladores y otros, les tocó vivir un tiempo histórico para conducir el cambio que necesita el país. MORENA, como partido en el poder, tiene la oportunidad de encabezar las reformas que la nación demanda, sin caer en los abusos del poder o gobernar a capricho de unos cuantos, para evitar el exacerbamiento de los conflictos de intolerancia que se tuvieron en el pasado y que siguen vigentes.
En julio de 2018, más de 30 millones de mexicanos votaron por un cambio en el modelo económico neoliberal. Se votó por un rumbo confiable en lo político, por mayor libertad, justicia social y democracia. La sociedad a través del voto trató de oxigenar y sanear las instituciones públicas, así como lograr la unidad nacional bajo el llamado del candidato ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Quien como Presidente, refrendó los compromisos de campaña de darle paz y tranquilidad al país, así como acabar con la impunidad y corrupción que impiden el renacimiento de México; ofreció también mejorar la economía, una educación semejante a la de los países del primer mundo e instaurar el Estado de derecho.
A dos años de gobierno y en vísperas de entrar de nuevo en un proceso electoral intermedio, el Presidente LÓPEZ OBRADOR, parece que va creando su propio infierno: El país sigue partido en dos; se les dijo adiós a los fideicomisos; los precios de las gasolinas siguen subiendo en lugar de bajar; los recibos de la luz generan una gran inconformidad; la economía descobija hogares, empresas y al propio gobierno; mientras que en materia de seguridad todo empeora y se juega un último volado, poniendo la responsabilidad del combate de la inseguridad pública en manos del Ejército y la Marina Nacional.
El presidente al protestar su cargo se comprometió a “no robar y no permitir que nadie se aproveche de posición para sustraer bienes del erario o hacer negocios al amparo del poder público, separando el poder político del económico”, subrayando además, que las inversiones en México estarían seguras, porque en México habría Estado de Derecho. Lamentablemente la realidad es que algunas inversiones ahora se deciden en consultas ciudadanas.
Hay que decir que al presidente parece que le están cayendo algunos “veintes” al reconocer que para avanzar en lo económico se requiere ir de la mano con el sector privado, y se anuncian 39 proyectos con una inversión de 297,344 millones de pesos. Mientras que el proyecto de La Planta de Amoniaco en el Puerto de Topolobampo está a la espera de la decisión presidencial y de nadie más.
En su discurso como candidato presidencial en la Ciudad de Los Mochis, LÓPEZ OBRADOR, manifestó que a los productores del campo se les ayudaría con subsidios y precios de garantía, vendiendo a precios justos. Hoy los productores sinaloenses siguen esperando el cumplimiento de la palabra de un hombre que supo sembrar esperanzas como candidato pero está cultivando desesperanzas como presidente. Aun así, LÓPEZ OBRADOR tiene la oportunidad de trascender en la historia como el Presidente transformador y para ello tendrá que convencer a millones de mexicanos que esperan congruencia, confianza y resultados de su gobierno.
REVOLTURA POLÍTICA
El gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, es reconocido como un buen administrador y excelente concertador, que ha sabido estirar la cobija en obras de contenido social para los 18 municipios de la entidad. Su imagen y reconocimiento nacional lo califican como uno de los mejores gobernadores del país, pero, ¿Serán suficiente estos logros para competir abiertamente en lo político con el Presidente de la República en la sucesión gubernamental y dejar sucesor a modo o falta algo más? . . . El alcalde de Ahome, MANUEL GUILLERMO CHAPMAN, formado en la política social de grandes hombres que trascendieron como ALFONSO G. CALDERÓN, mide tiempos, valora circunstancias y espera a que el reloj elector político de la voz de arranque para dar a conocer proyectos y aspiraciones de donde quiere estar y participar. . . En Mazatlán, el alcalde LUIS GUILLERMO BENITEZ, está entre gubernatura y reelección. En tanto que en Culiacán JESÚS ESTRADA FERREIRO, mantiene su veladora encendida a la espera de un milagro que solo le puede cumplir “San Andrés”.
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