Con la entrega de los últimos 100 paquetes a familias en alto grado de vulnerabilidad en el ejido Rosendo G. Castro, sindicatura de Topolobampo, se concluyó la primera fase del Programa de Ayuda Humanitaria implementado por Gas y Petroquímica de Occidente, que permitió la entrega de 24 toneladas de alimentos y artículos de higiene.
Entrevistado vía telefónica, Víctor Vaca Cuellar, Director de Desarrollo del Proyecto de GPO en Topolobampo, explicó que, salvo el incidente registrado el jueves en Lázaro Cárdenas, donde un pequeño grupo de no más de 16 personas bloqueó al personal voluntario y de apoyo que se encargaría de entregar los paquetes de ayuda, en el resto de las comunidades todo se registró con total normalidad.
Explicó que la norma en todos los eventos que se llevaron a cabo fue el cumplimiento de las recomendaciones planteadas por la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias federales, estatales y municipales, con el fin de proteger a la población beneficiada con la ayuda humanitaria, pero también a quienes se encargaron de hacer llegar estos apoyos a la comunidad.
Vaca Cuellar agradeció la plena disposición de los líderes y representantes de cada comunidad donde se entregó este beneficio, ya que contribuyeron a llevar alimentos y artículos de limpieza a los más necesitados de cada población.
El directivo de GPO recordó que apenas es la primera de tres fases de ayuda que se entregará, que en total suma 72 toneladas de víveres, por lo que en 30 días, a partir de esta fecha, retornará personal de C3 Consensus y voluntarios para realizar la segunda vuelta de este programa social que, en esta ocasión, benefició a 1465 familias de escasos recursos y alto grado de vulnerabilidad en esta cuarentena por la pandemia del Covid-19.
Las expresiones de agradecimiento por parte de la población beneficiada, refiere que en ningún momento se les condicionó este apoyo ni se estableció compromiso alguno con la empresa Gas y Petroquímica de Occidente.
En este sentido, Víctor Vaca, representante de GPO en esta zona, aclaró que el apoyo no es
condicionado, ni compromete a nadie, ya que ésta política social forma parte de la responsabilidad comunitaria que toda empresa debería tener a favor de las comunidades donde tienen influencia.
Explicó que existen normas internacionales que establecen lazos de corresponsabilidad social que se tienen que cumplir, pero GPO y PROMAN siempre van más allá de estas disposiciones, en virtud de que internamente han creado una normativa de carácter social para consolidar programas y acciones que permitan mejorar las condiciones de vida en las comunidades de influencia de sus proyectos.
Por su parte, Manuel Gallo, comisariado ejidal de Rosendo G. Castro agradeció la política de apoyo que GPO ha tenido para con las comunidades cercanas a la planta, y dijo que acciones como ésta son las que requieren ejidos y poblados más amolados, donde escasean las oportunidades, donde el empleo nunca sobra y donde los ingresos están tan menguados entre las familias, que cualquier tipo de apoyo siempre es bienvenido.
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