Hoy más que nunca los partidos políticos y el gobierno federal luchan por conquistar el máximo número de diputaciones en el Congreso. También obtener el mayor número de las 15 gubernaturas en juego, las diputaciones locales y las principales alcaldías.
En esta elección seguramente se impondrá el rollo, la grilla y los gobernadores salientes intentarán dejar sucesor y el mayor número de legisladores locales posibles para proteger su salida y cuidar las cuentas públicas que dictaminará la auditoria superior del Estado y aprobará o rechazará el Congreso Legislativo.
Por su parte, los gobernadores “federalistas” están convertidos en un contrapeso político y ponen contra las cuerdas al Presidente LÓPEZ OBRADOR, quien ya modificó su postura inicial de no dialogar con ellos, cuando señaló que no iba a permitir que utilizaran la investidura presidencial, pues tenía que cuidarla. Ahora su tono cambió y se mostró dispuesto a dialogar siempre y cuando no haya politiquería.
La elección del 2021, será la más importante de los últimos tiempos. En ella se va a decidir el paso de una legitimidad transformadora, completamente novedosa y anacrónica, a la plena legitimidad democrática. Si ese cambio prometido por el presidente LÓPEZ OBRADOR se logra, el país podrá enfrentar muy sólidamente sus problemas pendientes. Si no, entraremos en un período borrascoso que nos obligará a iniciar de nuevo.
México sigue siendo un país con libertades cívicas, pero aun así parece que vivimos una monarquía con ropajes republicanos, al morar el presidente en un palacio, tener súbditos dispuestos a todo, donde su palabra no la contradice nadie. Como sociedad no estamos acostumbrados al debate, a la tolerancia, a la pluralidad o al respeto, y seguimos en gran parte los dictados que manda el rey.
Lo que está pasando en el gobierno del presidente LÓPEZ OBRADOR, divide opiniones y da mucho material de análisis y reflexión. Cuando suceden cosas como la detención del ex secretario de La Defensa Nacional GRAL. SALVADOR CIENFUEGOS; la extinción de 109 fideicomisos y el número de infectados y defunciones provocadas por el covid-19; la jauría crítica del país se va a los extremos pintando desestabilización, encono social, incertidumbre, etc. Consientes también de que el presidente es responsable de provocar división nacional.
Con la situación actual que se vive, por decoro institucional y para paliar las críticas, es necesario que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR de un golpe de timón político, de lo contrario, el poder presidencial se debilitará y eso si es peligroso para el país.
La política y la economía deben ir de la mano guardando la sana distancia. México debe sentar las bases para lograr un despegue sustentable y sostenido o caerá en una crisis mayor a la que se vive. La comodidad del gobierno, la incapacidad de algunos funcionarios, las pugnas internas de los grupos en el gabinete y, el juego sucesorio presidencial, no deben estar por encima del interés nacional. Si se deben de ir funcionarios de primer nivel, como ALFONSO DURAZO (quien buscará la gubernatura de Sonora) que se vayan, si es necesario reestructurar los cuerpos de seguridad y de inteligencia, que así sea.
La vida económica del país pende del crecimiento del PIB, pasando por los impactos de la inversión extranjera, las divisas, el turismo, el petróleo y en algo las drogas. Pero lo preocupante es que el crecimiento de la actividad económica va muy lento con un avance de tan solo 0.4% en las actividades terciarias. El sector agrícola presenta el mayor avance con 5.9% anual, el sector industrial descendió 8.4% y el sector terciario bajó 9.3% a tasa anual.
El gobierno mexicano le apuesta a no caer en endeudamientos externos, en sus programas sociales de bienestar, en la construcción de la Refinería Dos Bocas, en el tren Maya, en el aeropuerto Santa Lucia, en sus programas de austeridad, en el combate a la corrupción, etc. Obras que pueden convertirse en un espejismo sexenal y poner en riesgo las finanzas del país. El campo, la pesca y las medianas y pequeñas empresas requieren atención urgente.
Aun cuando no se puede cuantificar, o no se quiere por razones obvias, el impacto de las drogas en la economía es muy grande. Los grupos delincuenciales invierten el dinero sucio, unos en actividades productivas, otros en negocios que no generan valor agregado. No se ven, pero se sienten los efectos, sobre todo por la generación de empleos y el circulante en beneficio de los negocios dedicados a los servicios, la recreación y la industria automotriz. El dinero sucio también circula en las campañas políticas y este 2021 no será la excepción.
Las coaliciones políticas por conformarse en Sinaloa, marcarán la diferencia en los resultados electorales. También contará y mucho, el nombre de los abanderados de los partidos políticos, con quién jugará el presidente de la república y con quien el gobernador. En tanto que las campañas negras, expedientes y negativos de aspirantes mandarán a la banca a varios de los hoy pretensos a ocupar cargos de elección popular.
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