La población mexicana siempre ha estado marcada por sus desigualdades geográficas, políticas, económicas y sociales. Disparidad de inmensas fortunas, donde el rico es inmensamente rico y el pobre es sumamente pobre. Ricos valles que contrastan con tierras desérticas; selvas tropicales con abundante agua y bellas montañas que juegan con el cielo como queriendo llegar al mar. Agricultura de temporal con una pobre producción, difícil de comparar con los valles agrícolas de Sinaloa. Estados y municipios fuertes económicamente por su industria, servicios e infraestructura, mientras que otros viven de las migajas que les otorga la federación. Políticos ricos y ciudadanos pobres como ritual que hay que aguantar y cargar.
Las luchas de ZAPATA, VILLA, CARRANZA, BUELNA, ROSALES, OBREGÓN, y otros tantos héroes que dieron sus vidas en la Revolución Mexicana, no lograron los resultados deseados para corregir desigualdades, al ser traicionados y usados. Tal vez la vía más expedita para acercarnos a ese México que añoramos, es sacudiendo y renovando las estructuras económicas, institucionales y sociales.
De los escombros revolucionarios destaca la figura del GRAL. LÁZARO CÁRDENAS, quien impulsó la reforma agraria y supo conciliar con la iglesia. También fue el responsable de heredarnos, vía PRI, el corporativismo electoral de obreros y campesinos, que fueron factor estratégico para afianzar el sistema político que nos gobernó por decenas de años.
FRANCISCO I MADERO, fue traicionado, porque México no fue el país democrático que el soñó. La democracia en México, como lo dijo el escritor peruano MARIO VARGAS LLOSA “fue la dictadura perfecta” que alimentó la sed de riqueza y marcó las desigualdades sociales, mientras el “Sufragio Efectivo y no Reelección” se corrompió y va en caída libre.
En vísperas de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá, los países dominantes en el mundo desarrollaron a su máxima expresión el neoliberalismo; mismo que impusieron al resto del mundo y México no fue la excepción. CARLOS SALINAS como presidente fue un destacado impulsor del neoliberalismo, cumpliendo cabalmente con las condiciones expuestas como controlar el gasto público, privatizar las empresas públicas que manejaba el Estado, impulsar la transición democrática y quitar el sentido corporativo político del PRI.
México debutó en la globalización con desventajas muy marcadas; se dio una restricción brutal del gasto público; se privatizaron las empresas públicas; la transición democrática se hizo Fast Track con la concertación de las gubernaturas de Baja California y Guanajuato al PAN, después se cedieron otros Estados y municipios como Mazatlán. Eso provocó la reacción de algunos priistas que abandonaron su partido como ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, PORFIRIO MUÑOZ LEDO, entre otros. Dando así nacimiento al PRD, que posteriormente pasó a MORENA y hoy está en el poder. Mientras que al partido del sol azteca le dejaron el puro cascarón.
México sufre desigualdades de muchos tipos, pero la desigualdad racial no es tan marcada como sucede con nuestros vecinos del norte, quienes a pesar de ser una potencia de gran desarrollo económico y de liderazgo mundial, nuevamente enfrentan el descontento popular por la muerte de un afroamericano llamado GEORGE FLOY, en manos de elementos policiacos de Minneapolis.
La violencia por cuestiones raciales en Estados Unidos se extiende por diversos Estados del país, como un fuego difícil de controlar. La población desafía al gobierno de DONALD TRUMP y este amenaza con desplegar al ejército para calmar disturbios civiles que saquean comercios, incendian vehículos, etc. Las tensiones raciales vienen de muchos años atrás y desnudan al país de las libertades. Su población no está dispuesta a sacrificarse, mucho menos permitir abusos de su autoridad. Lo que sucede en otros países del mundo y más en Estados Unidos de Norte América, es un llamado de atención que nos hace preguntarnos ¿Qué debemos hacer para que esa lumbre no llegue a nuestra casa?
El reloj político sirve para marcar tiempos, pasiones y acciones de partidos políticos, militancia y sus candidatos. Sinaloa está unos meses de entrar oficialmente a los tiempos electorales, exactamente cinco meses para que partidos y candidatos ciudadanos se registren ante autoridades electorales.
Los partidos políticos tendrán que esperar diciembre para que se emita la convocatoria para los comicios constitucionales del 2021. Con ella inicia oficialmente la lucha por la gubernatura, presidencias municipales, regidurías, diputaciones locales y federales. Ante los procesos por venir, partidos chicos y grandes de oposición a MORENA están valorando la posibilidad de coaligarse para enfrentar juntos al candidato o candidata que mandará el presidente LÓPEZ OBRADOR, por conducto de MORENA. Mientras tanto encuestas, aspirantes y suspirantes hacen su juego. Con covid-19 o sin él, la política sigue su marcha.
Actualmente se viven especulaciones, hay perfiles en juego y necesidades políticas partidistas. Ahora solo falta esperar para saber quienes serán los agraciados que habrán de competir como candidatos por el gobierno de Sinaloa, ¿será ROCHA, IMELDA, BENITEZ, CHAPMAN, VIZCARRA, VALDEZ, ZAMORA, IRIZAR, VARGAS, TORRES, VILLEGAS, ROJO, JACOBO, GANDARILLA, CUEN o quién más? quien llegue, se verá obligado a retomar el discurso de combate a la pobreza y la inseguridad pública, ofrecer un gobierno para todos, de puertas abiertas, gobernar con austeridad y combatir a la corrupción. Habrá que estar pendientes.
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